DFMÉRIDES: ZETAS

DFMÉRIDES: ZETAS

 La Primera Línea contra el crimen, el Grupo de Atención al Ciudadano o más conocidos como Zetas.

En todos los países del mundo al público en general se le van los ojos a las unidades más especializadas (Swat, Seal, SAS…), muchas veces debido a que el cine y la televisión es lo que nos muestra (parece que si no eres Seal no lo has hecho bien)  pero hoy vamos a hablar de una pieza fundamental y que, pese a ser una unidad de tres letras no cuenta ni con los mismos medios ni formación, pero si los mismo problemas, hablamos de  la columna vertebral del Cuerpo Nacional de Policía, los Grupos de Atención al Ciudadano, los Zetas.

Son la unidad más antigua de la Policía Nacional al ser creados junto con el 091 en el año 1958, de aquellas el cuerpo aún se dividía en Policía Armada y Cuerpo General de Policía.

El termino Zeta proviene de sus orígenes. Por aquel entonces estas patrullas se identificaban como “zonal” más un número y de la abreviación de esta denominación surgió el nombre de Zetas.

Estas unidades se enfrentan cada día a situaciones de toda índole, normalmente, sin tiempo para la planificación: reyertas, atracos, homicidios y suicidas son solo algunos de los incidentes de su día a día. Con apenas información del peligro al que se enfrentan y escasos medios y formación  en comparación a los miembros de unidades especiales, resuelven la gran mayoría de situaciones delictivas que se dan en nuestro país, así como las de índole social y de ayuda al ciudadano.

Ante un incidente, sea cual sea, los primeros en llegar son ellos o sus homólogos de la Benemérita, Corporaciones Locales o incluso Seguridad Privada. Las unidades de élite llegarán después y este primer trabajo realizado

por los radiopatrullas es decisivo para decantar la balanza hacia un lado u otro.

En los casos de tirador activo o Amok, por desgracia tan en boga en EEUU y desde un tiempo in crescendo  e

n todo el mundo, en la mayoría de los casos quien lo resuelve son los policías de “a pie” como así se recoge en los libros “Sobre el Combate” del TCol Grossman o en “Lecciones de Sangre” de Charles Remsberg. En el caso de nuestro país recomendamos la lectura de “En la línea de fuego” de Pérez Vera y Pérez Pacho para darse cuenta de la realidad de las calles de nuestro país.

Su capacidad de despliegue y entrega se demuestra en que la media de tiempo entre que se recibía la llamada y se atendía al ciudadano era inferior a 5 minutos en el año 2021, dato a tener muy en cuenta debido a que fue extraído del centro de Madrid donde el volumen de tráfico es muy superior al de otras ciudades de España.

Por poner un ejemplo de la cantidad de incidentes que resuelve este personal, en 2021 de las  casi 500.000 llamadas que hubo al 091 en Madrid, la mitad las atendieron los Zetas.

Las situaciones vividas por estos agentes suelen ser muy duras (hay que pensar que se “meten” en los peores 20 minutos de la vida de una persona una

y otra vez) y la factura por ello es muy cara. En 2021, 17 agentes del CNP decidieron terminar con sus vidas.

Tenemos la natural tendencia a pensar que “aquí no pasa nada” o a menospreciar a los de casa y es normal, de estas labores no se suele hablar y si se hace es en clave de humor. La falta de reconocimiento es asumida humildemente por el personal que integra estas unidades, trabajo callado, nunca exento de riesgos, que implica decisiones vitales en cuestión de segundos y muchas veces, el menosprecio de la sociedad. Su única recompensa, la satisfacción por llegar a casa con el trabajo cumplido. 

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