impieza y desmontaje de una cafetera italiana después de su uso

Moka en condiciones: cómo evitar cafés chungos y que tu italiana dure años

Abordamos ya la última parte con dos secciones muy interesantes:

La primera, acerca de problemas que pueden surgir al preparar el café en la moka y cómo arreglarlos; y la segunda, aún más crucial: cómo limpiarla.

Todos conocemos —o hemos visto— una cafetera italiana de un color que no se corresponde con el natural. Dice la leyenda que, tras tres maniobras sin limpiarla, te puedes quedar embarazado.

Luego no digas que no hemos avisado.

¡Vamos a la matraca!


Problemas en la elaboración

Si el café te sale flojo o muy amargo, se puede deber a dos factores que suelen ser los que siempre dan problemas a la hora de preparar un buen café: la molienda o la proporción agua-café.

Si es lo primero, recuerda que para esta preparación la molienda debe ser fina, como sal de mesa. La normal, no esas escamas del Himalaya que están de moda.

Si es lo segundo, la proporción ideal es una cucharada de café por cada 28 ml de agua. Ahora bien, como sabemos que cuando estás de maniobras o disfrutando en el campo no te pones en plan "juego de química de Famosa", lo más práctico es llenar el filtro hasta arriba y el agua hasta justo debajo de la válvula de seguridad.

En nuestra opinión, es más común que el problema venga por la molienda que por la proporción.

 

Si el café te sabe quemado

Por desgracia, esto es un clásico en la mayoría de cafeterías de España: no saben preparar el café o intentan disfrazar que es de baja calidad.

En el caso de la cafetera italiana, esto suele deberse a un exceso de calentamiento del café. Rápido no siempre quiere decir mejor: el agua debe calentarse poco a poco para que se produzca una buena extracción.

Por otro lado, añadir un poco de agua al recipiente donde saldrá el café también ayuda a evitar que el primer chorro se queme al contacto con la base.

 

Limpieza profunda, limpieza posible

Una buena limpieza implica desmontar todas las partes, limpiarlas por separado, usar agua templada, algo de jabón y un estropajo suave (no muy fuerte, porque puedes cargarte el baño protector de la cafetera).

La moka es una de esas cosas que se deben limpiar inmediatamente después de su uso, o la cotra se queda pegada y luego sacarla es un problemón. Ahora bien, si estamos en el campo, esto se complica un poco… pero no es imposible.

Para no dejar todo el trabajo para cuando vuelvas a casa —que lo que tienes que hacer es descansar y estar con tu familia—, aprovecha que la moka está caliente, añade agua y quita ese poso que ha quedado antes de que se queme. Al llegar a casa te tocará limpiarla igual, pero con mucho menos esfuerzo.

 

La gomilla sagrada

Una de las partes vitales de la cafetera italiana es la junta tórica —vamos, la gomilla que evita que salga todo por fuera—. Limpiarla es bien sencillo, pero lo importante es la conservación: asegúrate de que queda todo perfectamente seco, porque si no, esta goma se pudre y deja de hacer su función. Además, se te oxidará la cafetera, incluso siendo de acero inoxidable.

Si, aun así, la parte receptora del café está cogiendo un color raro, déjala un par de horas en agua caliente con jabón y luego pásale el estropajo suave. Ayuda, y mucho.

 

Bueno, pues con esto llegamos al final.

Ya puedes impresionar a tus compañeros, tu familia y tus followers del TikTok con tu manejo de la cafetera italiana.

Disfruta, hermoso.

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