Tomar un café caliente después de entrenar a 30º es como ponerte una chaqueta de neopreno en la ducha. Por eso, aquí va la solución: el Cold Brew.
En DFC no dejamos de entrenar aunque el sol pique, porque el servicio no espera. Pero eso no significa que tengamos que sufrir de más. Después de darlo todo, también se agradece una bebida que refresque… y que te mantenga operativo.
¿Qué demonios es el Cold Brew?
Una preparación de café en frío, originaria del Japón samurái (sí, esos tipos que sabían lo que hacían). Aunque ellos lo usaban para el té, nosotros lo llevamos a lo que importa: el café.
Popularizado en el siglo XX —y mal vendido por cafeterías que lo sirven con más hielo que sabor—, el Cold Brew tiene ventajas reales:
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Más cafeína (por la molienda gruesa y la larga infusión)
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Menos acidez que un café caliente
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Más antioxidantes
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Ideal para tener preparado en la nevera en días de calor o guardias interminables
¿Cuándo tomarlo?
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Al volver de entrenar
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Como chute matutino en días tropicales
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En el patrulla o en el turno de noche
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Cuando el calor aprieta pero tú no puedes aflojar
¿Cómo se prepara el Cold Brew? (Versión operativa)
🔹 Usa café de tueste medio a oscuro —en DFC te recomendamos:
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Tercera Imaginaria (infusión de 12 h)
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Blue Hope (infusión de 16 h)
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Cuidados Intensivos (si quieres algo más suave)
🔹 Proporciones para 1 litro:
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100 g de café con molienda gruesa (como tierra gruesa)
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1 litro de agua a temperatura ambiente
🔹 Pasos:
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Mezcla el café molido con el agua en una jarra
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Mételo a la nevera entre 12 y 24 horas (según el café)
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Filtra usando tela o filtro de papel
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Sirve frío, sin complicaciones. Con hielo si quieres, pero sin aguarlo.
Recomendaciones DFC:
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Usa café de calidad. Si parte de algo malo, frío tampoco lo arregla.
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Si te queda arenoso o amargo, prueba con molienda más gruesa o ajusta el tiempo.
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Guarda en nevera y consume en 3-4 días.
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Puedes añadir un toque de leche, pero sin eclipsar el sabor.
¿Café frío para operadores? Claro que sí
El Cold Brew no es postureo. Es café real, con fuerza, frío, y preparado con cabeza. Te lo curras hoy, y te lo agradeces mañana cuando salgas del coche y parezca que has pisado el Sáhara.
Prepáralo bien, guárdalo listo y conviértelo en tu arma secreta del verano.